Por Rodrigo Berríos

Santiago, 22 abril 2020

Muchas personas identifican el reciclaje simplemente como una preocupación por reducir los desperdicios que contaminan el sitio donde trabajan o el hogar. Una perspectiva más profunda y amplia es la de considerar el reciclaje como una práctica para proteger el ambiente o ecosistema Tierra y de esta manera sostener una vida saludable para todos.

Desde que la producción industrial comenzó la comercialización de objetos que no se degradan rápidamente se incrementó de manera exponencial la basura en el planeta. Los desechos se echaban a los vertederos, a los ríos o al mar como era costumbre desde antiguo.

A partir de la década de los años sesenta del siglo pasado, se registraron muchos fenómenos producto de la contaminación que llevaron a diversas organizaciones y gobiernos a repensar su modelo de desarrollo y, consecutivamente, a impulsar un cambio en la forma que se vertían los residuos. Casi todos los ministerios relacionados con el ambiente nacen después de esa década y, hoy, casi todos los países tienen políticas de reciclaje para paliar el daño que se le hace al ambiente por el consumo.

En Indonesia, Islandia, Chile o Argelia existen campañas permanentes en los espacios públicos para evitar el uso de bolsas plásticas. Con mayor o menor efectividad, muchas sociedades intentan mejorar las condiciones de vida en sus ciudades a través de la educación escolar para la separación de los residuos en plásticos, papeles, metales u orgánicos. De hecho existen muchas empresas grandes y emprendimientos familiares para el tratamiento de residuos. La ONU, por ejemplo, a través de sus organizaciones ha invertido en 13 países latinoamericanos para el aprovechamiento de los materiales que hay en circuitos electrónicos.

Sin embargo, es bueno saber que la educación ecológica no es un ejercicio reciente de la humanidad ante los inmensos retos que enfrenta. Japón desde hace siglos tiene entre sus costumbres el reuso de las cosas, una manera de reciclar. A esta conducta de no desperdiciar le llaman mottainai. No siempre esa costumbre fue practicada en el siglo XX como antes o en el presente, pero es una prueba fehaciente de que el respeto por las cosas y el ambiente tienen sus efectos positivos en el espacio donde se vive, puesto que esta nación asiática además de ser una potencia industrial de primer orden desde fines del siglo XIX, es reconocida por su gentilicio amable y responsable a la vez.

Fuentes sugeridas:

http://www.onu.cl/es/inauguracion-del-proyecto-de-cooperacion-regional-en-gestion-de-residuos-electronicos-en-paises-de-america-latina/

https://mma.gob.cl/nueva-ley-de-reciclaje-impone-a-las-empresas-el-financiamiento-y-metas-de-recoleccion-y-valorizacion-de-los-residuos-que-generan-sus-productos/

https://www.bbc.com/mundo/noticias-51378467

Fotografías: https://www.hagamoseco.org/petitions/vina-cuidad-del-reciclaje